Para colaborar con esta iniciativa puedes optar por dos opciones básicas:
a) Descarga en tu ordenador la ficha de temporada y la de captura que encontrarás en estas mismas páginas. Debes completar una única ficha de temporada con cada una de tus jornadas de caza, y tantas fichas de captura como becadas captures. Es muy importante secar bien el ala de la arcea para enviarla conjuntamente con su ficha y la correspondiente a la temporada a cualquiera de las direcciones indicadas de los lectores de alas del CCB.
b) También puedes optar por un método más sencillo y completar las encuestas a través de Internet. Para ello debes ponerte en contacto con nosotros a través del formulario de inscripción y te informaremos de los pasos a seguir para asignarte un usuario y contraseña personales, que te permitan introducir tus encuestas mediante la página web específica del proyecto.
Es la persona encargada de revisar las alas de las becadas que captures y mecanizar los datos que envíes en el sistema informático. Saber si una pitorra es joven o adulta no presenta demasiada dificultad, sin embargo, clasificar el ala entre los diferentes tipos de jóvenes y de adultos según el estado de su muda es más complejo y requiere un poco más de experiencia. Los lectores son los que realizan esa clasificación y se encargan de la validación del ala enviada.
Como se ha comentado, tus encuestas son enviadas al lector de alas más próximo que se encargará de revisarlas y mecanizarlas. A partir de ahí, los datos serán analizados en conjunto por la Comisión de Biología del CCBpara realizar los informes de temporada. En ningún momento se publicarán localizaciones específicas del tipo monte, coto o localidad, utilizándose para el análisis y presentación de los resultados una precisión máxima de las cacerías a nivel de provincia.
Rellenar la ficha de temporada es sencillo, basta con incorporar tus datos personales y siete elementos básicos por cada jornada de caza además de la fecha. Es importante tener en cuenta que hay que completar el dato de todas las salidas a becadas aunque no hayamos cazado ni visto ninguna: la provincia, está codificada y coincide con los dos primeros dígitos del código postal del lugar donde has cazado; la hora de inicio y finalización de la jornada; el número de becadas vistas, que siempre deben ser distintas, y el número de becadas capturadas; el número de cazadores que participaron en la jornada y el número total de perros.
La información procedente de las jornadas de caza es esencial para poder determinar la variación de abundancia de becadas entre zonas y años. Los dos datos más importantes que se van a extraer de esa parte de la encuesta son los llamados ICAs, o índices cinegéticos de abundancia, tanto de becadas vistas como de capturadas.
No. Si has optado por completar tus datos por Internet, no necesitas cumplimentar ese modelo porque los datos se incorporan directamente al sistema.
La ficha de captura es más extensa y contempla más información que la de temporada. Existen unos datos básicos que son los que se utilizan preferentemente en los análisis y que debes procurar completar correctamente: la fecha y la hora de la captura, la edad de la becada, su peso en gramos y su aspecto general, el sexo, también si la becada aguantó o no la muestra de tu perro y, muy importante, si la becada está anillada. Después puedes completar el resto de los datos referentes a la climatología, el hábitat donde fue capturada, el tipo de gestión cinegética del terreno o cualquier comentario que te parezca relevante sobre esa becada en particular, por ejemplo, si se levantaron juntas más de una becada, si el lugar era poco habitual o si notaste algún defecto físico en el animal.
Los datos de esta encuesta se utilizan preferentemente para determinar la proporción de edades y de sexos a lo largo de la temporada. Es un método que permite saber, entre otras cosas, si las becadas han tenido buen año de cría o conocer la presión cinegética en una determinada región respecto a otras o al total estatal.
Denominamos becadas jóvenes a aquellas arceas que han nacido en el mismo año en el que se inicia la temporada de caza. A partir de que esa pitorra juvenil regresa a sus áreas de cría, ya es una becada adulta.
Para distinguir un juvenil de un adulto debes identificar en primer lugar dos grupos de plumas en el ala de tu arcea: las rémiges primarias (RP) y las cobertoras primarias superiores (CPS). Si el extremo de las rémiges primarias aparece como desgastado o desflecado, hay muchas posibilidades de que se trate de un individuo joven, puesto que al realizar sus ejercicios de musculación para aprender a volar, la becada golpea sus alas contra el suelo y deja esos extremos dañados. En cambio, si lo encuentras completamente liso, lo normal es que tengas en tus manos un ala de una becada adulta. Para confirmarlo, hay que fijarse a continuación en las cobertoras primarias superiores. En estas plumas debes observar también su extremo, las jóvenes lo tienen ancho y de color pardo, sin embargo, los adultos lo tienen más estrecho y claro, llegando incluso al color blanco.
Esquema del Ala |
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Remige Primaria Adulto |
Remige Primaria Juvenil |
Cobertoras Primarias Adulto |
Cobertoras Primarias Juvenil |
La becada no presenta ningún tipo de dimorfismo sexual que pueda ser apreciado a simple vista, machos y hembras tienen similares envergaduras, pesos o plumajes. Con lo cual, el único método para determinar el sexo que no implique el análisis de una muestra en laboratorio, es comprobar directa e internamente sus órganos genitales. Diferenciar los testículos del ovario tan solo requiere un poco de práctica y conocer apenas dos pinceladas de su anatomía. Es más sencillo identificar los testículos ya que tras retirar los intestinos, buscaremos en la zona de los riñones dos órganos de color blanquecino y del tamaño y forma de un grano de arroz. El ovario se encuentra en la misma zona y es semejante a una bolsa gelatinosa llena de puntitos blanquecinos. En cualquier caso, en las fichas tienes teléfonos de ayuda donde te podremos dar indicaciones para poder hacerlo.
Ovario |
Testículo |
Para facilitar el trabajo de los lectores de alas lo ideal es conservar el ala estirada y seca. Un ala doblada tal y como se quedan tras congelar las piezas es de imposible lectura completa, los lectores las suelen desechar. Preferentemente le retirarás a la becada el ala izquierda y para secarla, lo mejor es colgarla estirada cercana a una fuente de calor, un radiador, y mantenerla extendida con la ayuda de una pinza y un peso ligero.
Cuando el ala ya esté seca puedes graparla junto con su ficha de captura, y nuestra recomendación es que las conserves en una caja del tamaño de una de zapatos. La ficha de captura puedes completarla según el modelo que encontrarás en estas páginas, pero también puedes optar por otra opción si envías tus encuestas por Internet. Al introducir las capturas por Internet puedes imprimir la ficha una vez terminada, y si además dispones de los sobres específicos para las alas, basta con que apuntes en el sobre de cada ala el número de seis dígitos que aparece en cada captura. Para el lector es suficiente información para poder identificar el ala y realizar su lectura y validación.
Puedes ponerte en contacto con el lector de alas correspondiente a tu región y ellos te harán llegar los sobres que precises.
La respuesta es sencilla, en cuanto te sea posible. Lo normal es enviarlas todas juntas una vez finalizada la temporada. Cuanto antes las tengan los lectores, más rápido se confirman los datos y se realizan los análisis de la temporada. Si optas por la opción en papel, no olvides adjuntar también la ficha de temporada. Con el fin de facilitar el trabajo de lectura de alas, también puedes realizar envíos parciales cada vez que acumules un número significativo de fichas.
Las direcciones de entrega las tienes en los modelos que puedes descargar de la página.
Si optas por completar las jornadas y capturas mediante el sistema informático, además de evitar el uso del papel, podrás convertir tus encuestas en una especie de cuaderno de caza online y realizar consultas sobre tus capturas y cacerías. Facilitarás el trabajo de los lectores de alas puesto que la información ya queda registrada en el sistema informático, y además, permitirás que se pueda analizar el estado de la temporada a medida que transcurra. A alguna de esas gráficas de evolución podrás tener directamente acceso mediante la página web.
Al finalizar la temporada, recogidas todas las alas e informes, mecanizadas y validadas, los responsables de la comisión de biología realizan el análisis final de la temporada. A partir de ese momento, se envían informes personalizados a todos los colaboradores. Estos informes contemplan comparaciones entre los datos que has aportado y los correspondientes a tu región y al territorio español.
Además y como novedad este año en el sistema, cuando los lectores de alas reciban y validen tus aportaciones, podrás conocer los aciertos o fallos que has tenido en la clasificación de la edad de cada becada.
Con el fin de agradecer la ayuda desinteresada que estáis desarrollando en favor de la conservación de nuestra querida dama, se ha solicitado la colaboración de distintos fabricantes y entidades del sector cinegético, para poder realizar un sorteo de premios entre todos los colaboradores de este proyecto.
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