28/12/2023

Nos llega la noticia de un hecho singular observado esta mañana en el parque del Retiro, en pleno centro de Madrid. Los primeros transeúntes que madrugaban para pasear sus mascotas por el Retiro veían asombrados decenas de becadas posadas en los jardines de dicho Parque. Los primeros whatsapp que circularon por los grupos señalaban, literalmente, "que había unos patos raros con el pico alargado en vez de plano y que daban pequeñas carreras y vuelos picoteando por la hierba". Uno de ellos apuntaba, además: "parecen enfermos porque no quieren comer ni las migas de pan ni las pipas que les tiramos a las palomas". Llegado el mensaje a uno de nuestros socios del Club rápidamente señalaba a los transeúntes que se trataba de becadas, y nos enviaba fotos y mensajes que estaba poniendo la gente desde el Retiro.
Parece que durante la migración de algún grupo de becadas el choque de los dos frentes de niebla de ambas Castillas junto con la inversión térmica producida esta noche podría haber provocado que las becadas se desorientaran y, guiadas por las luces de Madrid, acabaran aterrizando en el parque.
Este tipo de "lluvias de becadas" no son frecuentes pero sí que hay algunos registros en la historia. Por ejemplo, en la I Guerra Mundial la llamada Tregua de Navidad de 1914, aunque se ha descrito como una tregua surgida de los villancicos cantados por una división del ejército francés, en realidad parece que se debió a una lluvia de becadas en la región de Comines. Varios oficiales alemanes y franceses, tras ver cientos de becadas en la llanura que separaba a ambos ejércitos, firmaron un armisticio de 24 horas y salieron juntos a cazar "becasse" con algunos perros de muestra que llevaban de auxiliares en el frente para la detección de polvorines clandestinos.
Una curiosidad más de este pájaro tan singular.

Por José Antonio Pérez Garrido